Sitios Arqueológicos

KOHUNLICH

El asentamiento se localiza en área donde conviven un paisaje plano con drenaje subterráneo y un lomerío con cerros, pequeñas cañadas y aguadas. Se conforma por unidades habitacionales y complejos arquitectónicos cívicos y ceremoniales, rodeados de tierras fértiles para el cultivo, ubicadas en una extensión de 14 km2.  La primera ocupación de Kohunlich se ubica en el Preclásico tardío (300 a.C. -250 d.C.), etapa en el fueron construidas  plataformas de baja altura alrededor de la Plaza Ya’axná, edificaciones que en el Clásico Temprano  fueron cubiertas por edificios monumentales. Durante este periodo, se erigió el Templo de los Mascarones, decorado con ocho figuras moldeadas en estuco con policromía, en colores rojo y negro, sobre armazones de mampostería, de los que sólo se conservan cinco. Su iconografía representa personajes reales, ataviados con atributos relacionados con el sol. Durante el Clásico tardío (600-900 d.C.), Kohunlich alcanzó su máximo poblacional, periodo en el que se construyeron  la mayor parte de las estructuras que hoy pueden apreciarse, como la Plaza de las Estelas y el Conjunto de las Vías (complejos cívico- ceremoniales), el Conjunto Noroeste, las estructuras tardías del Conjunto Pixa’an y el Conjunto de Los 27 Escalones (ambos, complejos residenciales de elite). El crecimiento del asentamiento continuó hasta el Postclásico temprano (1000-1200 d.C.), época en la que los mayas depositaron ofrendas de incensarios en los templos y acondicionaron cuartos y plataformas alrededor de los edificios principales o en los conjuntos habitacionales. (Fuente: INAH)

DZIBANCHÉ - KINICHNÁ

El complejo Dzibanché – Kinichná se encuentra en una zona de transición entre la selva baja del norte de la Península de Yucatán y la selva tropical lluviosa del Petén. El asentamiento ocupa una extensión de más de 40 km2 y se conforma por cuatro grupos de arquitectura monumental: Dzibanché o Grupo Principal, Complejo Central o Grupo Lamay, Tutil y Kinichná, grupos que tuvieron funciones específicas, intercomunicados por sacbés o caminos blancos mayas.

En la arquitectura del sitio es posible observar el estilo Peten, estilo que fue remplazado a mediados del Clásico (aprox. 600 d.C.), por templos con fachadas decoradas con pilastras pareadas, bóvedas muy altas de doble desarrollo con tensores en los extremos de sus estrechas galerías y basamentos con cuerpos decorados con talud – tablero, características pertenecientes a un estilo local, asociado a la dinastía Kaan, que se estableció en el sitio durante el Clásico temprano. La existencia de textos jeroglíficos grabados en los monumentos de la escalera del Templo de los Cautivos y hallazgos de ofrendas suntuosas en cámaras funerarias, denotan que Dzibanché estuvo involucrado en la conquista de varios pueblos, conquistas bélicas realizadas por varios gobernantes de la familia Kaan, durante más de dos siglos. La secuencia de ocupación de Dzibanché tiene sus inicios en el Preclásico tardío (300 a.C.), y el asentamiento alcanzó su clímax poblacional en el Clásico (400-700), cuya población perduró  hasta el Posclásico tardío (1500 d.C.).

En el Grupo Principal, los edificios principales son los Templos I (o Templo del Búho) y el Templo II (o Templo de los Cormoranes), ubicados en la Plaza Xibalbá; y los Edificios de los Cautivos y de los Tucanes, ubicados en la Plaza Gann. (Fuente: INAH)

OXTANKAH

Es la ciudad prehispánica más grande e importante que se ha descubierto en la bahía de Chetumal. Los primeros grupos mayas asentaron su residencia en Oxtankah alrededor del año 600 a. C., permaneciendo ahí hasta 1100 d.C. En ese espacio temporal acontecieron tres momentos de alta densidad poblacional: Preclásico tardío (300-50 a.C.) Clásico temprano (250-600 d.C.) y Clásico tardío-terminal (600-900 d.C.). La máxima prosperidad de su sistema socio-político, se alcanzó durante el Clásico temprano, cuando los grupos dirigentes de Oxtankah fungieron como rectores de las poblaciones aledañas, reflejando su poder aún en la arquitectura. En esa época varios edificios fueron ampliados notoriamente duplicando sus proporciones originales; la extensión de la ciudad rebasó los límites de la costa incorporando a la isla Tamalcab. El área nuclear del asentamiento comprendía por lo menos diez plazas y dos patios hundidos delimitados por edificios, más de treinta estructuras aisladas y un cenote. El diseño arquitectónico dominante de las estructuras es del estilo Petén: cuerpos superpuestos con muros en talud, con esquinas redondeadas y remetidas, cuyo elemento esencial es la moldura llamada “en delantal”. Para abastecerse de agua dulce, construyeron pozos y chultunes, donde captaron agua de lluvia. La navegación fue una actividad común, por lo que en canoas recorrieron los canales de la región y cruzaron la bahía de Chetumal para transitar el mar Caribe de norte a sur, relacionándose  con otras poblaciones costeras y participando en los sistemas de intercambio a larga distancia, para  obtener productos marinos y terrestres foráneos que distribuían a otras  comunidades asentadas tierra adentro. A la entrada de los españoles, Oxtankah tenía unos 400 años de haber sido abandonada. (Fuente: INAH)